A
menudo, nuestra tendencia es no disfrutar ni investigar lo que no entendemos o
lo que nos cae difÃcil. Antes de comenzar mi aprendizaje con literatura
hispanoamericana, tenÃa ésta actitud hacia la poesÃa. No la entendÃa porque no
habÃa estudiado los contextos históricos, sociales, geográficos y económicos en
los cuales se publicó la poesÃa a la que yo habÃa estado expuesta. Tampoco
habÃa investigado las vidas de los autores ni los movimientos literarios en que
ellos participaron y los que les influyeron. Con este conocimiento previo y una
comprensión básica de los componentes de la poesÃa como el escenario, el
simbolismo literario, las metáforas y la forma, uno puede entender y apreciar
la poesÃa. Cualquier persona tiene la capacidad de descubrir los significados
de la poesÃa que asombra e impacta a los lectores de una manera particular
entre la literatura. No obstante, hay que dejar a lado los pensamientos como, Eso no es para mà o La poesÃa no es mi fortaleza, para descubrir la verdadera belleza
que contiene.
Después
de estudiar la poesÃa por solamente unas semanas, cambió suficiente mi forma de
pensar y de acercarme a los textos para que yo descubriera que, mientras que
pensaba que no tenÃa un espÃritu poético, sà era capaz de entender y apreciar la
poesÃa. Eventualmente, me emocionó la profundidad de los significados y los sentimientos
que sentà detrás de los poemas que leà y encontré mi propia voz poética.
Se
me ocurrió este poema en un viaje de buseta que duró 10 horas entre los estados
venezolanos de Apure y Mérida. Yo habÃa pasado el fin de semana en los llanos
de Venezuela y salen unas fotos para que tengan en cuenta el contexto
geográfico y lo que habÃa visto justamente antes de escribir mi poema. En el
viaje tuve mucho tiempo para reflexionar y admirar el paisaje desde la
ventanilla. Éste es el primer poema que escribo en 7 años y mis inspiraciones fueron
Los heraldos negros por César Vallejo
y Poema 20 por Pablo Neruda.
Las primeras clases de Literatura hispanoamericana se trataron sobre el posmodernismo y las vanguardias que comenzaron con Cesar Vallejo (1892-1938) al principio del siglo XX. En Los heraldos negros (1915), Vallejo comenzó a abandonar la forma rÃgida que aún existÃa en literatura moderna. Por abandonar la forma modernista, Vallejo hace que el lenguaje sirva para todo que quiere expresar y transmitir la voz poética de la vida. Los heraldos negros alude a la soledad y al sentir humano. En vez de enfocarse en los problemas sociales de su tiempo Vallejo se enfoca en el individuo y se mete en el tema del individuo y de los sentimientos universales.
Las primeras clases de Literatura hispanoamericana se trataron sobre el posmodernismo y las vanguardias que comenzaron con Cesar Vallejo (1892-1938) al principio del siglo XX. En Los heraldos negros (1915), Vallejo comenzó a abandonar la forma rÃgida que aún existÃa en literatura moderna. Por abandonar la forma modernista, Vallejo hace que el lenguaje sirva para todo que quiere expresar y transmitir la voz poética de la vida. Los heraldos negros alude a la soledad y al sentir humano. En vez de enfocarse en los problemas sociales de su tiempo Vallejo se enfoca en el individuo y se mete en el tema del individuo y de los sentimientos universales.
Es
probable que el sentimiento universal más trabajado en la literatura sea ‘el
amor.’ Poema 20 se trata de un amor
perdido. El lenguaje que emplea Neruda es muy preciso y, para mÃ, fue
inevitable identificarme con el sentir que expresa la voz poética. Al leer el poema, me trasladé a un amor que
tuve y me asombró que el poema me tocara tanto y me activara estos recuerdos.
Por tan elemental que es, yo considero el poema que les presento como una
evidencia de que todo el mundo tiene una voz poética que espera ser
descubierta. En mi caso, ella surgió entre mis estudios de la poesÃa
hispanoamericana y que secuestró los sentimientos que residen dentro de mÃ.
No te olvides de mÃ
TodavÃa te quiero
no te me olvidas
tanto te dolà y yo sigo asÃ
la memoria me sirve demasiado bien
te apareces donde sea que descansen mis ojos
en aquél tiempo fuiste captador de mis sueños
ahora sueño con escaparme
no te me olvidas
tanto te dolà y yo sigo asÃ
la memoria me sirve demasiado bien
te apareces donde sea que descansen mis ojos
en aquél tiempo fuiste captador de mis sueños
ahora sueño con escaparme
quiero vivir el presente, pero
veo la vida desenlazarse como si fuera un carrete ante mis ojos
detrás del cual me esperas
doy un paso adelante y
la memoria me arrastra para atrás
tu cara reina en mis recuerdos y se antepone enfrente de mis ojos
asà no te escapas donde sea que yo ande.
veo la vida desenlazarse como si fuera un carrete ante mis ojos
detrás del cual me esperas
doy un paso adelante y
la memoria me arrastra para atrás
tu cara reina en mis recuerdos y se antepone enfrente de mis ojos
asà no te escapas donde sea que yo ande.
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